Con el nacimiento de la luna nueva en el cielo cairota, el Gran Mufti Shawki Allam determinó el inicio oficial del noveno mes del año 1442, según el calendario musulmán.
Durante ese tiempo los practicantes de la religión alaban el momento en el cual el profeta Mahoma recibió la palabra de Dios, a través del Corán.
‘Es el mes de la obediencia y el perdón, que está repleto de dones de bondad y fe en los que los corazones y el alma humana se refrescan’ expresó el presidente Abdel Fattah El-Sisi en su cuenta de Twitter.
Las calles de El Cairo visten faroles y guirnaldas, mientras las cafeterías y restaurantes se preparan para la noche, cuando la avalancha de personas llegará a recuperar sus fuerzas.
Considerado uno de los pilares del islam, el ayuno de treinta días se celebra por segunda vez a la sombra de la Covid-19.
Las restricciones por la pandemia afectan tradiciones del mes sagrado como los rezos multitudinarios o las concurridas reuniones familiares para las comidas nocturnas.
Tampoco habrá banquetes benéficos. Las autoridades sanitarias recomendaron entregar los alimentos directo en las casas de las familias necesitadas.
‘Está demostrado que relajar la precaución en las celebraciones religiosas y sociales conlleva a un incremento de la incidencia del virus’ señaló la ministra de salud Hala Zayed.
El país enfrenta la tercera ola de contagios por SARS-Cov-2, con cifras superiores a los 800 casos diarios.
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