En rueda de prensa, el director general de la entidad, Tedros Adhanom, confirmó lo anterior tras notificar un ascenso hasta más de mil 600 casos con la enfermedad en 29 países fuera de África en los que nunca antes se mantuvo de forma estacionaria.
Actualmente registramos unos mil 300 sospechosos y 79 muertes en total, añadió Adhanom, quien subrayó que, por ahora, la OMS descarta recomendar la inmunización masiva.
«Aunque las vacunas de la varicela pueden brindar protección, hay pocos datos clínicos sobre su eficacia y tampoco un gran suministro de estas», acentuó la autoridad al tiempo de advertir que el brote global resulta «inusual y preocupante».
El virus afecta cada vez a más naciones, por lo que se requiere una respuesta coordinada debido a la propagación geográfica y tener la comisión de emergencias reunida nos permitirá deliberar sobre las diferentes decisiones con expertos y, así, entenderlo mejor, acotó.
La entidad sanitaria de las Naciones Unidas publicó este martes una nueva guía de inmunización para la viruela del mono, en la que se proporcionan las primeras sugerencias sobre el uso de vacunas (antivariólicas) para enfrentarla.
El objetivo de la respuesta global al brote es controlarlo y utilizar de manera efectiva las medidas de salud pública para prevenir su propagación, comentó el líder de la OMS.
La viruela del mono es una enfermedad zoonótica: transmisible entre animales y seres humanos, con erupciones en manos y cara, similares a los producidos por la viruela tradicional, pero menos graves.
Para contagiarse debe ocurrir un contacto estrecho con material infeccioso al tocar las lesiones cutáneas, parecidas a las de la varicela, que aparecen en las personas infectadas, e igual por las goticas respiratorias en el cara a cara prologado o a través de objetos contaminados.
El planeta carece en estos momentos con una vacuna específica contra la enfermedad, pero los datos muestran que los inmunizantes usados para erradicar la viruela son hasta un 85 por ciento eficaces contra el virus.
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