Desde la explanada de la Universidad de la República recorrieron la céntrica avenida capitalina 18 de Julio hasta la Plaza Independencia, frente a la sede del Poder Ejecutivo, donde dirigentes de distintos gremios expusieron preocupaciones del sector en masiva concentración. Antes, se detuvieron en el trayecto frente a las sedes de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) y el Ministerio de Economía, ejecutores de una criticada política gubernamental de recortes.
El paro movilizador de 24 horas convocado para esta jornada contó con el apoyo del Sindicato de Trabajadores de la Educación Privada (Sintep) y la adhesión del grupo de Familias Organizadas del Liceo Público.
La Marcha Nacional Educativa, convocada por la Coordinadora de Sindicatos de la Enseñanza (CSEU), tuvo por objetivo reclamar mejoras para la educación en la próxima Rendición de Cuentas presupuestal que en 2021 experimentó una reducción de 80 millones de dólares.
Los sindicatos denunciaron que se tradujo en pérdida salarial del 8.0 por ciento, grupos de alumnos saturados, deterioro de las condiciones de trabajo y de aprendizaje, así como un aumento de la inseguridad alimentaria.
Previo al paro se desarrolló desde algunos grupos de la coalición de gobierno una campaña contra los sindicatos centrada en la alimentación escolar, pero la Federación Uruguaya del Magisterio (FUM) saldó la discusión al aprobar la realización de guardias gremiales para asegurar la actividad de los comedores.
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