Los principales medios de comunicación se hicieron eco este jueves de la decisión policial y precisaron que los resultados de la pesquisa fueron mostrados al comisionado del cuerpo, Kobi Shabtai, y al ministro de Seguridad Pública, Omer Barlev.
En un breve comunicado posterior, Shabtai trató de culpar a los palestinos por el incidente.
Bajo mi dirección, la policía revisó la conducta de las fuerzas en el terreno con el objetivo de extraer lecciones y mejorar la conducta operativa en incidentes futuros similares, señaló.
Esa institución abrió una investigación interna tras la ola de críticas internacionales contra la actuación de los uniformados el 13 de mayo último, cuando cargaron contra el cortejo fúnebre que acompañaba el féretro de Abu Akleh en Jerusalén Este.
Una fuente reveló al diario The Times of Israel que ningún oficial será reprendido por esos hechos.
La declaración de la policía se emitió anoche a las 19:30 hora local, lo que aparentemente indica el deseo de “no llamar la atención sobre el asunto”, apuntó el rotativo. En esa fecha una considerable fuerza de seguridad israelí acordonó el hospital Saint Joseph, donde reposaba el cuerpo de la reportera a la espera de su funeral y posterior entierro.
Mientras los dolientes cargaban sobre sus hombros el ataúd para llevarlo a una iglesia cercana, los uniformados comenzaron a golpear a los presentes que coreaban consignas contra la ocupación, mostraron decenas de vídeos divulgados en las redes sociales.
Según un informe del Canal 13, el informe policial interno concluyó que el uso de la fuerza, incluidas las granadas de aturdimiento, podría haberse evitado.
Abu Akleh fue asesinada por disparos israelíes cuando cubría una nueva redada de las tropas de Tel Aviv en la ciudad de Jenin, en el norte de la ocupada Cisjordania.
Su muerte conmocionó a los territorios ocupados y provocó una ola de condenas internacionales, incluso de aliados de este país.
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