Ambos profesionales fueron vistos por última vez en esa fecha en la comunidad de Sao Rafael, dentro de las tierras indígenas del Valle de Javari, desde donde partieron hacia Atalaia del Norte, aunque no llegaron a su destino.
El crimen de Phillips, colaborador del diario The Guardian, y Araújo, estudioso sobre nativos no contactados, fue confesado por un detenido, quien llevó a la policía hasta una zona en la selva donde fueron descubiertos despojos humanos sometidos ahora a pericia.
Según la Policía Federal (PF), el principal sospechoso, el pescador Amarildo da Costa Oliveira, conocido como Pelado, admitió el doble homicidio por «disparo de arma de fuego».
Expertos de esa corporación confirmaron la víspera que los restos encontrados en la Amazonia son de Phillips. El resultado fue obtenido mediante análisis en la arcada dental del reportero.
«La confirmación se basó en el examen de odontología legal combinado con la antropología forense. Se encuentran en curso los trabajos para completa identificación de los remanentes para la comprensión de las causas de las muertes, así como para indicar la dinámica del crimen y ocultación de los cuerpos», informó la PF en una nota.
Precisó también que las investigaciones apuntan a que no hubo instigador u organización criminal involucrada en el hecho de sangre. De acuerdo con el texto, la indagación continúa y nuevas detenciones pueden ocurrir, pero «los ejecutores actuaron solos».
En medio de las pruebas de ADN en Brasilia a los remanentes hallados, la justicia ordenó la detención de un tercer sospechoso, anteriormente también quedó arrestado Oseney da Costa de Oliveira, alias Dos Santos y hermano de Pelado, por su posible participación en el delito.
Identificado como Jeferson da Silva Lima, conocido como Pelado da Dinha, el nuevo sospechoso está prófugo, de acuerdo con un boletín publicado por la PF.
Respecto al parricidio, el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva vinculó el hecho con el incentivo a la violencia del gobierno del mandatario de tendencia ultraderechista Jair Bolsonaro.
«El mundo sabe que este crimen está directamente relacionado con el desmantelamiento de las políticas públicas de protección a los pueblos indígenas», indicó en una nota conjunta con el exgobernador paulista Geraldo Alckmin, precandidato a vicepresidente en la dupla del fundador del Partido de los Trabajadores.
Lula refirió que «la democracia y Brasil no toleran ni pueden convivir más con la violencia, el odio y el desprecio por los valores de la civilización. Bruno y Dom vivirán en nuestra memoria y en la esperanza de un mundo mejor», subrayó.
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