En el contexto del Día Mundial de los Refugiados, el ente multilateral convocó a brindar apoyo a estas comunidades de acogida que en el caso de Líbano luchan a diario por derecho al trabajo, atención médica y educación avanzada.
Reportes de la ONU reflejan que la mitad de estas poblaciones en la nación de los cedros sufre inseguridad alimentaria, con nueve de cada 10 refugiados sirios en la extrema pobreza.
Las necesidades humanitarias en el país, según una reciente evaluación, aumentaron un 31 por ciento de 2021 a 2022 como consecuencia de las brechas en las cadenas de suministro de los servicios básicos.
El organismo mundial contabiliza alrededor de 2,2 millones de libaneses vulnerables, 86 mil 200 migrantes y 207 mil 800 refugiados palestinos requieren servicios de emergencia en el país, además de 1,5 millones de pobladores sirios.
Dificultad para pagar la electricidad, el agua, la educación, la salud y la alimentación provocan un aumento exponencial en los riesgos de protección y extrema pobreza para los refugiados en Líbano.
La semana pasada la ONU asignó 16 millones de dólares para aliviar la crisis con una contribución monetaria del 65 por ciento dirigida a los nacionales, el 31 por ciento a los ciudadanos sirios y la cantidad restante a los inmigrantes y palestinos.
El Día Mundial de los refugiados comenzó a celebrarse en el año 2001 con el objetivo de significar la fuerza y el coraje de esas personas que fueron obligadas a abandonar sus hogares para escapar de conflictos armados, violencia o persecuciones.
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