Un vocero de la Confederación Nacional de Agricultores (Coldiretti), dio a conocer este lunes que están previstas en el transcurso de la actual semana reuniones entre representantes de los productores y funcionarios gubernamentales para analizar esa situación.
«Ante una crisis hídrica cuya gravedad se apresta a superar lo registrado desde principios del siglo pasado, pedimos que se declare a la brevedad el estado de emergencia en los territorios afectados”, señaló Ettore Prandini, presidente de Coldiretti.
Prandini solicitó recientemente en una carta dirigida al primer ministro Mario Draghi, «cooperar para una gestión unitaria del balance hídrico”, y brindó todo el apoyo que se requiera de su organización para implementar medidas dirigidas a superar esta crisis.
En las reuniones previstas para los próximos días participarán los ministros de Agricultura y de Transición Ecológica, Stefano Patuanelli y Roberto Cingolani, respectivamente, así como el jefe del Departamento de Protección Civil, Fabrizio Curcio, precisó la fuente.
Patuanelli reconoció en declaraciones a medios informativos que “tenemos áreas enteras del país y de Europa que no han visto lluvia durante meses” por lo cual “creo que es inevitable declarar un estado de crisis con respecto a la sequía”.
Entre las medidas inmediatas que se deben adoptar para asegurar el abastecimiento alimentario de la población, Coldiretti propuso poner en marcha un gran plan nacional de embalses ya que, según precisó Prandini, se recoge sólo el 11 por ciento del agua de lluvia.
Se necesita mejorar las infraestructuras hidráulicas con una red de nuevos estanques repartidos por todo el país, para la acumulación y almacenamiento de al menos un 50 por ciento de las precipitaciones, y contribuir así a salvar la producción en el campo, añadió.
Es necesario, «aprobar la declaración de estado de emergencia en las regiones correspondientes para administrar los escasos recursos hídricos disponibles de manera unificada y coordinada”, expresó por su parte el subsecretario de Políticas Agrarias, Gian Marco Centinaio
Otro problema que afecta al sector, según la Confederación General de Agricultura Italiana (Confagricoltura) es el incremento en los costos, pues mientras en 2020 para el riego de las plantaciones se pagaban unos 92 euros por hectárea, ahora para tal fin los agricultores de algunas regiones deben abonar como promedio más de 400 euros.
Confagricoltura aseguró en un comunicado que se calculan en más de mil millones de euros los daños que en 2022 ocasionará en este país la escasez de precipitaciones.
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