En declaraciones este miércoles a la televisora Sky News, el funcionario aclaró, no obstante, que Londres no pretende abandonar la corte europea, como exigen varios diputados conservadores desde que la ECHR les impidió la semana pasada a las autoridades británicas deportar a Ruanda a un grupo de migrantes irregulares.
Nos quedaremos en la Convención Europea (de derechos humanos), remarcó Raab, tras asegurar que la nueva Carta de Derechos Británicos que será presentada este miércoles en la Cámara de los Comunes solo pretende reforzar la libertad de expresión, y la potestad del Parlamento y de los tribunales de tener la última palabra en las cuestiones legales que atañen al país.
La semana pasada, los jueces británicos rechazaron las apelaciones presentadas por grupos de derechos humanos contra los planes del gobierno de enviar a Ruanda a varios migrantes irregulares, pero la intervención a última hora de la ECHR obligó a las autoridades de Inmigración a dejar en tierra el vuelo ya fletado para el traslado.
La nueva legislación, que según Raab también permitiría aislar a los extremistas encarcelados y fortalecer la libertad de prensa, reemplazaría la Ley de Derechos Humanos que reconoce la jurisdicción de la Convención Europea dentro del territorio británico.
El opositor Partido Laborista considera, sin embargo, que el gobierno pretende restringir la capacidad de los tribunales de imponer “obligaciones positivas”.
Los laboristas estamos orgullosos de que la ley de derechos humanos haya permitido a millones de personas acceder a la justicia, protegido a las víctimas de delitos y garantizado que nuestros seres queridos tengan los cuidados que necesitan, pero esta Carta de Derechos conservadora eliminará todos eso, aseguró el diputado Steve Reed, quien se desempeña como contraparte de Raab en el llamado gabinete a la sombra.
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