Ese elevado cúmulo de trabajos de este miércoles tiene que ver con Economía circular y derivados, Agricultura cañera, Competitividad y gestión de la calidad, Cambio climático y gestión del medio ambiente, Cadenas de valor y Desarrollo biotecnológico del mejoramiento genético y la producción de semillas de caña de azúcar.
Algunos expertos participantes dijeron a Prensa Latina que este evento permite gran intercambio de conocimientos y experiencias sobre la producción de azúcar y derivados, así como actualizarse en las más modernas tecnologías relacionadas con la eficiencia agrícola e industrial y el desarrollo de rubros con mayor valor agregado.
En la sesión de Desarrollo de derivados, varios de ellos coincidieron en la importancia de la conferencia magistral ¿ Diversificación o Economía Circular, un nuevo paradigma?, impartida por Manuel Díaz, experto del Instituto Cubano de Investigaciones de los Derivados de la Caña de Azúcar (Icidca), entidad organizadora del Congreso.
También llamaron su atención la conferencia sobre Potencialidades de los derivados de la agroindustria azucarera en el desarrollo de nanomateriales, a cargo del director de investigaciones del Centro de Estudios Avanzados (CEA), de Cuba, Yorexis González.
Asimismo manifestaron el interés despertado por la ponencia Resultados y líneas estratégicas hacia una agricultura cañera y automatización, de Federico Sulroca, del Instituto Nacional de Investigaciones de los Derivados de la Caña de Azúcar (Inica), de Cuba, práctica basada en el empleo de drones y otras técnicas novedosas.
En opinión de Manuel Enriquez Poey, director general del Grupo Mtzorongo, de la industria azucarera de México, la celebración de este tipo de evento, por su trascendencia, debe extrapolarse al resto de las naciones del orbe productoras de caña.
Participan en Diversificación 2022, que concluye el viernes, 204 técnicos y especialistas de Cuba y otras 16 naciones, entre ellas México, Canadá, Colombia, República Dominicana, Francia, España, Tanzania y Guatemala.
Expertos concuerdan en que en las actual crisis económica, agravada por los efectos de la pandemia de la Covid-19, las producciones diversificadas deberán coexistir en el corto plazo con rubros de mayor simplicidad tecnológica y de menores inversiones, pero de valor agregado superior a lo tradicional.
A mediano plazo, estiman, se introducirían inversiones de mayor intensidad, buscando flexibilidad en las producciones y en formas lo más terminadas posibles que deben lograse con encadenamientos productivos.
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