En su intervención ante el Comité de Descolonización de Naciones Unidas (ONU), el ministro de Relaciones Exteriores denunció la negativa de Reino Unido a retomar las negociaciones sobre la disputa entre ambos países y la violación por el gobierno británico de la integridad territorial de Argentina.
Reiteramos nuestro compromiso inclaudicable con la recuperación del ejercicio efectivo de nuestra soberanía. Los argumentos que respaldan nuestra posición son conocidos porque hace 189 años que los repetimos, afirmó.
La composición de las islas es resultado de la colonización iniciada por Londres en 1833 que procuró por todos los medios preservar el carácter británico de esa población. Como consecuencia, el derecho a la libre determinación no resulta aplicable. En cambio, sí debe respetarse la integridad de Argentina que fue quebrantada en un acto de fuerza, añadió.
Asimismo, aseveró que el conflicto de 1982 entre ambas partes no alteró la naturaleza de la disputa de soberanía que continúa pendiente de negociación y solución.
Cafiero instó a Reino Unido a cumplir con las resoluciones de la Asamblea General de la ONU que solicitan a los dos países reanudar el diálogo sobre el tema.
En 1982, en el momento de las hostilidades del Atlántico Sur, Argentina era gobernada por una Junta Militar ilegal e ilegítima que actuó de espaldas al pueblo. Hoy somos una nación democrática comprometida con los esfuerzos para resolver las diferencias en conformidad con la Carta de la ONU y sus disposiciones, explicó.
Para Reino Unido, Malvinas es dominación, especulación y oportunismo. Para nosotros es soberanía, justicia y dolor por los caídos en la guerra, indicó.
Cafiero recordó que esta no es solo una causa nacional, sino mundial pues se trata de enfrentar el anacronismo que representa el colonialismo en el siglo XXI.
En la actualidad existen 17 causas de ese tipo pendientes de resolución, de las cuales 10 involucran a Londres. Es momento de que Reino Unido respete las resoluciones del organismo del que forma parte. Ni Argentina ni el derecho admiten la fuerza de la usurpación, apuntó.
Por otra parte, denunció que el gobierno británico otorga unilateralmente licencias de pesca en las áreas circundantes a las islas y persiste en la exploración y explotación de recursos no renovables que no le pertenecen.
Además, mantiene en Malvinas una injustificada y desproporcionada presencia militar y realiza regularmente maniobras y ejercicios que incluyen disparos de misiles. A ello se suma la existencia de buques susceptibles de portar y emplear armamento nuclear, criticó.
Manifestamos nuestra preocupación, sobre todo, luego de conocer mediante documentos británicos desclasificados recientemente que, durante el conflicto de 1982, Londres envió a la región buques equipados con 31 armas nucleares, añadió.
Cafiero instó a la comunidad internacional a no permanecer indiferente ante el objetivo de alterar la estabilidad de América Latina y el Caribe como zona de paz.
Es hora de que Reino Unido retome las negociaciones con Argentina, que no le tenga miedo a la paz ni al diálogo, aseveró.
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