Reprimen a manifestantes pacíficos cerca de Parlamento de Ecuador (+Foto)
El fallecido fue identificado como Henry Quezada, quien estuvo en los enfrentamientos desatados entre la fuerza pública y los sectores populares, especialmente indígenas, que iniciaron este jueves movilizaciones pacíficas, las cuales terminaron con fuerte represión policial.
La Conaie informó que el deceso ocurrió en el Parque El Arbolito, cercano a la Asamblea Nacional, a donde se dirigieron los manifestantes en espera de pronunciamientos del Legislativo sobre la situación actual, que mantiene el país en paro desde el pasado 13 de junio, en demanda de atención gubernamental a reclamos sociales.
El fallecimiento se produjo por trauma penetrante de tórax y abdomen por perdigones, especificó la organización de pueblos y nacionalidades.
«Mientras asesinen al pueblo no existen garantías», concluyó la instancia, que pide al ejecutivo respuestas a una agenda de 10 puntos con los temas más sensibles para sectores campesinos, indígenas, de trabajadores, amas de casa, estudiantes y mujeres, quienes sufren severa contracción económica por las medidas de corte neoliberal del gobierno.
La Alianza de Organizaciones por los Derechos Humanos, creada en el marco de las protestas, también denunció la muerte y pidió una investigación del caso, con carácter urgente, por parte de la Fiscalía General del Estado.
Según las cifras ofrecidas por la Conaie, Quezada es la cuarta víctima fatal durante las manifestaciones, que fueron disuadidas mediante la represión policial.
Este sería el cuarto fallecido en el contexto de las movilizaciones a nivel nacional.
El primer deceso ocurrió cuando un joven cayó por una quebrada en Guayllabamba, seguido por uno reportado en la provincia de Pastaza donde un movilizado recibió el impacto de una bomba lacrimógena que le atravesó el cráneo y un tercer caso, registrado en Azuay.
En el onceno día consecutivo de paro nacional, la posibilidad de un acercamiento para propiciar el diálogo gobierno-organizaciones sociales, parece alejarse, después de una mañana tranquila, cuando la Conaie pudo acceder a la Casa de la Cultura, una de las garantías que pedía al ejecutivo para ir a la mesa de conversaciones.
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