El rotativo israelí destacó que una de esas zonas es aledaña a la Explanada de las Mezquitas o Monte del Templo, lugar sagrado para musulmanes y judíos, lo que podría desatar protestas.
“La parcela de tierra en cuestión (…) se está registrando con fondos gubernamentales destinados a reducir las disparidades económicas y mejorar la calidad de vida de los residentes palestinos de Jerusalén”, subrayó.
El registro supuestamente estaba destinado a beneficiar a los palestinos, pero en realidad es utilizado por el Gobierno de manera cínica para robar sus tierras en favor de los colonos, denunció Gal Yanovsky, de la organización de derechos humanos Ir Amin.
En los últimos dos años, el encargado del registro de tierras en Jerusalén, David Rotenberg, inició el proceso de varias parcelas en el este de la ciudad, lo cual generó preguntas y cuestionamientos de grupos de derechos humanos, agregó el rotativo. Como ejemplo cita el caso del barrio de Sheikh Jarrah, habitado casi en su mayoría por palestinos y escenario de violentos enfrentamientos tras los numerosos intentos de desalojo.
Allí el proceso fue completado y “casi todas los tierras fueron registradas a nombre de judíos”, manifestó.
Haaretz alertó que esa estrategia comenzó en otros barrios de Jerusalén Este, ocupada por las fuerzas militares de Israel en la guerra de 1967.
Todo esto se lleva a cabo con fondos destinados originalmente a “crear un futuro mejor para los residentes del este de la ciudad”, como lo describió el Ministerio de Asuntos y Patrimonio de Jerusalén, manifestó.
El periódico recordó que las autoridades de Tel Aviv detuvieron tras ese conflicto el registro de tierras en la parte oriental de la ciudad.
Ahora más del 90 por ciento de la tierra en Jerusalén Este permanece sin registrar, lo que favorece la expropiación.
Ello se debe, apuntó, a que los palestinos evitan a las autoridades y legalizar sus documentos por temor a que sus parcelas le sean arrebatadas bajo cualquier pretexto.
Bajo la cuestionada Ley de Bienes Ausentes, de 1950, Tel Aviv decomisa los terrenos de los miles de palestinos que fueron expulsados o viven en un país “enemigo”.
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