Los diarios La Repubblica, Corriere della Sera y otros rotativos nacionales coinciden en destacar la victoria en plazas con relevante peso político de candidatos del Partido Demócrata (PD) y el Movimiento 5 Estrellas (M5S), principales fuerzas que conforman esa coalición.
Más de dos millones de votantes debían ejercer su voto en unas 65 comunidades, pero finalmente solo un 42 por ciento de ellos acudió a ese llamado.
Aunque las fuerzas de derecha se impusieron en algunas localidades sus resultados significaron un retroceso en relación con los alcanzados en la primera vuelta electoral.
En ese turno ante las urnas, el 12 de junio último, la coalición centroderechista integrada principalmente por Forza Italia, La Liga y Hermanos de Italia conquistó Génova, L´Aquila y Palermo.
Para entender la magnitud de la derrota, según analistas, debe considerarse que de las 13 capitales en disputa en esta segunda ronda, la alianza derechista perdió seis de las 10 que estaban bajo su signo.
La centroderecha conquistó Lucca y mantuvo el control de Gorizia, Barletta y Frosinone, pero la centroizquierda conservo a Parma, Cuneo, Alessandría y les arrebató Verona, Catanzaro, Monza así como Piacenza.
Por otra parte, candidatos cívicos independientes de esas dos alineaciones políticas se alzaron con la victoria en Como y Viterbo.
La relevancia de estos comicios es aún mayor por la cercanía de las elecciones generales previstas para mayo de 2023 y el hecho de que se realizaron en medio de cambios importantes en el escenario político del país.
Una reciente escisión afectó la semana última al M5S y se creó el nuevo partido Juntos por el Futuro salido de este, lo cual llevó a la fuerza de derecha La Liga a ocupar la mayoría parlamentaria.
jf/ort