«Pretendo anunciar en los próximos días al general Braga Netto como vice», anticipó el mandatario de tendencia ultraderechista al programa de periodismo independiente 4×4 que se transmite por plataformas digitales.
Explicó que tiene otros excelentes nombres y «me gustaría indicar 10 (candidatos a vice), que no tendría problemas».
Anteriormente, el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, favorito en todas las encuestas de opinión rumbo al sufragio del 2 de octubre, recibió en abril la nominación oficial del exgobernador Geraldo Alckmin, por parte del Partido Socialista Brasileño, como vice en su dupla electiva.
«Es importante saber que esta lista, si se formaliza, no es solo para disputar las elecciones. Quizá ganar las elecciones sea más fácil que la tarea que tenemos por delante para recuperar este país», señaló el precandidato del Partido de los Trabajadores.
Pese a que falta un poco más de un mes para el disparo de arrancada oficial de la campaña electoral (16 de agosto), Lula y Bolsonaro actúan ya, cual impetuosos pretendientes, en busca de la presidencia.
El líder petista afirmó en la presentación de su precandidatura en Sao Paulo que deseaba volver al poder para que nadie se atreva a desafiar la democracia de nuevo.
Y así, remarcó, «el fascismo vuelve a la cloaca de la historia, de donde nunca debió salir», en alusión a la administración de Bolsonaro.
No hay mayor fuerza que la esperanza de un pueblo que sabe que puede volver a ser feliz, aseguró el exdirigente obrero en la paulista sala Expo Center Norte, donde también presentó el movimiento Vamos Juntos por Brasil, que reúne a siete partidos políticos y a movimientos sindicales y sociales.
Durante su arenga, Lula reiteró una vez más su aspiración de «reconducir a Brasil hacia el futuro, por los caminos de la soberanía, el desarrollo, la justicia y la inclusión social, la democracia y el respeto al medio ambiente».
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