Al decir del jefe de Estado y de Gobierno, esta nación del África subsahariana dio en los últimos años “pasos significativos” para reducir la quema de combustibles fósiles en la producción de electricidad, al favorecer el empleo de las hidroeléctricas.
Asimismo, apostó por ambiciosos proyectos de energía fotovoltaica, en el centro, sur y este del territorio nacional, cuyos primeros parques serán inaugurados el próximo mes de julio, anunció el dignatario en el foro multilateral.
Tras la firma hace unos días de un contrato con una empresa alemana, Angola comenzará los primeros pasos para la producción de hidrógeno verde con vistas a exportar a partir de 2024, abundó.
Sobre el cuidado de la biodiversidad, distinguió la colaboración con el Programa Rise Africa de la Unión Europea, enfocado a contrarrestar la contaminación marina, especialmente por los residuos sólidos urbanos, entre los cuales, acotó, el plástico es el mayor problema.
A la par, refirió, el Gobierno presta especial atención aquí a los humedales que forman parte del ecosistema marino y costero, priorizando, en este contexto, la reforestación y conservación de los manglares.
Por su relación con el océano Atlántico, Angola está obligada a desarrollar iniciativas y buscar soluciones que contribuyan a su aprovechamiento y protección, indicó Lourenço, cuyo discurso íntegro fue entregado a la prensa en Luanda por el Ministerio de Relaciones Exteriores.
En tal sentido, confirmó el interés de ampliar los límites de la Zona Económica Exclusiva del país, para lo cual se realizan gestiones ante la comisión competente de las Naciones Unidas.
Tampoco podrán alcanzarse los objetivos relacionados con la protección del ecosistema marino si los estados no asumen con valentía la necesidad de fortalecer la capacidad de defensa y seguridad marítimas, fuertemente amenazadas por grupos de modernos piratas, estimó.
Según comentó, cada vez es más evidente la importancia de los océanos para el buen flujo de mercancías, su impacto en el comercio mundial y en la estabilización de los precios de bienes esenciales y materias primas, así como en el normal funcionamiento de la economía global.
Esta conferencia es una oportunidad para revisar todo lo que hemos hecho a fin de cumplir los objetivos establecidos por las Naciones Unidas en términos de reducir la contaminación y la acidificación del mar, enfrentar las pescas excesivas e ilegales y fomentar la protección de los ecosistemas marinos y costeros, opinó.
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