En sendas declaraciones este martes a la televisora Sky News, dos políticos de esas organizaciones coincidieron en rechazar las pretensiones de la también líder del Partido Nacional Escocés (SNP), y la exhortaron a concentrarse en enfrentar la crisis del costo de la vida que afecta a todos los británicos.
Este no es el momento apropiado para ello (otra consulta independentista), afirmó la diputada laborista Tulip Siddiq, quien se desempeña como ministra de Economía en el llamado gabinete a la sombra (opositor).
En opinión de la legisladora opositora, a los escoceses, al igual que al resto de la población del país, les preocupa más el alza de los precios de los alimentos y los combustibles.
El presidente del Partido Conservador Escocés, Craig Hoy, alegó, por su parte, que el tema debe ser relegado a un segundo plano para poder enfocarse en resolver la crisis económica actual, y cuestionó la legalidad de celebrar otra consulta sobre la independencia de Escocia.
Un referendo sin una sección 30 podría ser potencialmente ilegal, aseguró el político escocés, en alusión a que cualquier convocatoria al respecto debe contar con el visto bueno del gobierno británico.
Sturgeon tiene previsto anunciar este martes la hoja de ruta que seguirá el SNP para celebrar un nuevo referendo sobre la independencia de Escocia, a pesar de la oposición del gobierno central del Reino Unido.
En Escocia, el pueblo es y siempre será soberano, y es su voluntad la que debe prevalecer, afirmó la líder escocesa, quien cuenta con el respaldo del Partido Verde para la nueva cruzada secesionista.
El gobierno central británico se opone a la celebración de otro referendo independentista, por considerar que el resultado del realizado en 2014, cuando el 55 por ciento de los escoceses votó por permanecer dentro del Reino Unido, es válido para toda una generación.
Los independentistas alegan, sin embargo, que el Brexit trastocó el escenario, pues la mayoría de la población de Escocia (62 por ciento) optó por permanecer dentro de la Unión Europea, pero se vio obligada a abandonar el bloque junto al resto de los británicos en enero de 2020.
Según un sondeo publicado la semana pasada por la firma Ipsos Mori, el 46 por ciento de los escoceses votaría contra la independencia, un 45 por ciento la apoyaría, y un ocho por ciento se declaró indeciso.
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