En la reunión de ministros de Relaciones Exteriores para discutir los documentos de la Cumbre Iberoamericana de Andorra, el canciller Marcelo Ebrard retomó la tesis planteada por su gobierno en la Asamblea General de Naciones Unidas de garantizar a países vulnerables los antígenos contra el SARS-CoV-2, responsable de la Covid-19.
Ebrard cuestionó el desempeño del mecanismo de la ONU para el abastecimiento y distribución de vacunas antiCovid conocido como Covax, pues solamente ha logrado repartir apenas un cinco por ciento de las necesidades reales, lo cual calificó de efecto francamente marginal.
Dijo que ese es, a su juicio, el tema principal que convoca a los cancilleres en este encuentro iberoamericano, es decir, el de la innovación tecnológica para enfrentar con éxito la crisis provocada por la pandemia.
‘Es evidente la gran asimetría existente en la capacidad de desarrollos especializados y la producción de vacunas y medicamentos a gran escala’, agregó Ebrard.
Nuestro propósito estratégico, precisó, es tener lo necesario para reducir la dependencia en el terreno vacunal, pues el acceso a nuevas tecnologías importantes es vital para el futuro de la medicina en la región y la salud de los pueblos.
Si bien es importante este asunto en el campo de las vacunas, también lo es en los demás que tienen relación con el ser humano, de allí que estos mismos conceptos podrían ampliarse a otras áreas de la ciencia y la técnica, señaló.
El canciller mexicano pidió a sus colegas hacer una sinergia y tener resultados favorables en el aceleramiento de los desarrollos tecnológicos necesarios para garantizar una capacidad de respuesta amplia frente a la Covid-19.
Me permito proponer, indicó, que ese sea el objetivo prioritario de nuestra cooperación y de nuestro entendimiento en Iberoamérica, pues lo vivido desde hace más de un año es una gran lección, porque esta pandemia ya va por su tercera oleada en algunos países, lo cual es una experiencia trágica.
En América Latina y el Caribe, finalizó, trabajamos ahora con el objetivo estratégico de desarrollar vacunas para los ciclos de vacunación en 2022, la búsqueda de reducir sensiblemente la dependencia de tecnologías de otros países y dar pie a una nueva etapa en la cual se pueda aumentar la capacidad de reacción y de prevención.
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