Esa estrategia “entraña graves violaciones del derecho internacional y priva a los palestinos de su derecho básico a la libre determinación”, advirtió en un informe la Comisión Económica y Social de las Naciones Unidas para Asia Occidental (Escwa, por sus siglas en inglés).
La entidad llamó a ayudar al pueblo palestino a reducir la dependencia económica de Israel, mejorar su resiliencia y lograr un desarrollo sostenible.
El organismo afirmó que el plan de Tel Aviv es fragmentar las zonas ocupadas para mantener el dominio sobre ellas.
Al mantener la ocupación militar e impedir el establecimiento de un Estado palestino viable de acuerdo con el derecho internacional, estas prácticas y sus repercusiones niegan de forma flagrante la igualdad de derechos entre ambos pueblos, subrayó.
La Escwa resaltó que “la fragmentación administrativa, política y física de los territorios ocupados es fundamental para afianzar el control israelí sobre la tierra y los recursos palestinos”.
Alertó que el vecino país emplea varios criterios para apoderarse de la tierra y los recursos naturales en Cisjordania y Jerusalén Este.
Para mantener el dominio sobre los palestinos, Israel utiliza un enfoque doble: control demográfico y supresión de todas las formas de resistencia, que incluyen el uso desproporcionado de la fuerza y castigos colectivos, así como arrestos y encarcelamientos excesivos y arbitrarios, destacó.
El organismo indicó que como parte de sus planes coloniales, Tel Aviv busca mantener subdesarrollados a los territorios palestinos mediante acciones como la destrucción deliberada de los medios de producción, una unión aduanera impuesta y restricciones en el uso de los recursos naturales y de la importación de mercancías.
oda/rob