Entre las reformas estructurales necesarias para que la región afronte el impacto de la crisis sanitaria, la OCDE consideró además incentivar inversiones y tecnologías que contribuyan a los objetivos medioambientales.
En su informe Hacia el crecimiento 2021: dando forma a una recuperación vibrante, el también llamado club de países ricos emitió recomendaciones para varios estados.
Para Colombia ve poco probable sacar adelante esas recomendaciones por la proximidad de las elecciones legislativas y presidenciales de 2022, aunque las considera necesarias, mientras en Chile sí ve oportuno una reforma para combatir la marcada desigualdad socioeconómica.
La OCDE considera que el impacto redistributivo del actual impuesto sobre la renta de las personas físicas chilenas es débil en uno de los países latinoamericanos con la mayor renta per cápita, pero tiene también índices de desigualdad elevados pues el uno por ciento de la población más rica concentra más del 20 por ciento de la riqueza.
En el caso de México sugirió programas para la inclusión laboral de mujeres y trabajadores informales que perdieron sus ingresos por la Covid-19, como parte de una estrategia para asegurar que la recuperación económica signifique empleos formales.
Con el avance en la producción de vacunas y la inmunización contra la Covid-19, la OCDE plantea en su informe una oportunidad inigualable para sentar las bases de una recuperación intensa y vibrante, que pueda cerrar los desafíos a los que se enfrentaba Latinoamérica antes de la pandemia.
Junto con ello propone invertir en materia de sostenibilidad, salud y protección social, así como fomentar la cooperación internacional.
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