Televisoras locales precisaron que el último incidente ocurrió anoche cuando un hombre de 60 años perdió la vida tras un tiroteo en la central ciudad de Lod.
Según la policía, el ciudadano se encontraba junto a una mujer y a un menor de edad cuando estalló la balacera.
A mediados del pasado año Iniciativas de Abraham, una organización dedicada a impulsar las relaciones entre árabes y judíos, lanzó en Twitter la etiqueta #Arab_Lives_Matter, similar al movimiento Black Lives Matter (las vidas negras también importan), que sacudió a Estados Unidos en protesta contra el racismo.
Más de un centenar de miembros de esa comunidad fueron asesinados el pasado año en Israel.
Los descendientes de los palestinos que no fueron expulsados de sus tierras tras la creación del Estado judío, en 1948, denuncian desde entonces que son tratados como ciudadanos de segunda.
En la actualidad ellos suman 1,9 millones de personas, casi un 21 por ciento del total de la población de este país.
Esa minoría experimentó un aumento de la violencia en los últimos años, impulsada principalmente por el crimen organizado, en medio de críticas a la pasividad de la policía para enfrentar el problema.
Las altas tasas de desempleo, la pobreza y otros factores sociales son también causas del flagelo, de acuerdo con varios estudios.
Una encuesta realiza en marzo último reveló que el 94 por ciento de los árabes que viven en Israel sufrieron en alguna ocasión el racismo y la discriminación de la mayoría judía.
Según la investigación del Centro para la Religión, la Nación y el Estado, el 69 por ciento dijo ser objeto de racismo y discriminación en lugares públicos, mientras el 41 por ciento lo fue en instituciones académicas.
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