De acuerdo con una nota de prensa del Ministerio de Hacienda, para impedir el alza de los combustibles, cuyo costo incide en el precio de los alimentos el transporte y otros bienes y servicios, el Estado gastó 25 mil 635,6 millones de pesos (464 millones de dólares) entre enero y junio, equivalente al 73,5 por ciento del total de los subsidios.
Asimismo, fueron transferidos al sector eléctrico cuatro mil 798,6 millones de pesos (87 millones de dólares), cifra que representó el 13,7 por ciento del monto global gastado en subsidios en el citado período, mientras al transporte otorgaron 466,1 (ocho), por solo citar tres ejemplos.
Según el ministro de Hacienda, Jochi Vicente, el compromiso del ejecutivo es frenar lo más que se pueda el impacto de la inflación internacional sobre los precios en el país, «las medidas fiscales tomadas ayudan a proteger a la población, especialmente a los más vulnerables».
Y mencionó el mecanismo de protección a las familias más pobres para los nuevos afiliados a los programas sociales Supérate y Bono Gas, sumado a un incremento en el monto del subsidio de esta última ayuda.
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