De acuerdo con el reporte, Sao Paulo es el estado con la mayoría de los enfermos, con 158 infectados, seguido de Río de Janeiro (34).
El resto de los contagios se ubican en las divisiones territoriales de Minas Gerais (14 casos), Paraná (tres), Rio Grande do Sul (tres), Ceará (dos), Rio Grande do Norte (dos), Goiás (dos) y Distrito Federal (uno).
Por ser hasta entonces una enfermedad rara, aún no es posible saber si hay casos de reinfección o si las personas que contrajeron otros tipos de viruela están inmunes al padecimiento.
Desde el 6 de mayo, el mundo enfrenta un brote global de ese mal que comenzó en Europa y actualmente infectó a personas en más de 30 países.
Una última actualización de la Organización Panamericana de la Salud revela que los casos en las Américas llegaron a mil 325 en 14 naciones.
De acuerdo con esta entidad sanitaria, hasta el 8 de julio, el 81 por ciento de los contagios fueron reportados en Estados Unidos (53) y Canadá (28), donde ocurrió un incremento relativo de 77 y 31 por ciento en los últimos siete jornadas, respectivamente.
Teóricamente, la enfermedad no debería causar preocupación en los investigadores, pues es altamente conocida. Surgió en los monos en 1958 y un primer caso en humanos se detectó en 1970.
Además, la transmisión siempre fue considerada difícil por los especialistas. Pero el crecimiento exponencial de infectados y la aparición en lugares teóricamente sin conexión cambió esa historia y algunos puntos intrigan a la comunidad científica.
Determinada literatura médica asegura que la viruela del mono resulta una enfermedad zoonótica: transmisible entre animales y seres humanos, con síntomas como fiebre, dolor de cabeza y muscular.
También provoca inflamación en los ganglios linfáticos, escalofríos, agotamiento, así como erupciones en manos y cara, similares a los producidos por la viruela tradicional, aunque menos graves.
Para contagiarse debe ocurrir un contacto estrecho con material infeccioso al tocar las lesiones cutáneas, parecidas a las de la varicela, que aparecen en los infectados, e igual por las gotitas respiratorias en un cara a cara prologado o a través de objetos contaminados.
mem/ocs