El objetivo de la Casa Blanca es fortalecer las tendencias sectarias, étnicas y separatistas en la zona y transformar a Israel en un estado imperialista que constituya el centro tecnológico y armamentístico de la región, afirmó en ese medio noticioso palestino el periodista Abraham Abrash. El interés estadounidense en el área continúa latente por su ubicación estratégica y su riqueza en gas y petróleo, recalcó.
Según Abrash, la atención se centra ahora en formar en Medio Oriente una alianza similar a la Organización del Tratado del Atlántico Norte.
Al respecto, estimó que no será fácil crear una coalición así, excepto a través “de la fabricación de guerras locales y regionales que serán más sangrientas que el caos de la llamada Primavera Árabe”.
El movimiento de Washington se produce en un momento en que la fuerza y la credibilidad de Estados Unidos disminuyen a nivel internacional, incluso ante sus aliados árabes, por lo que no es fácil para la administración Biden imponer su visión, subrayó.
El mandatario arribará mañana a Israel en su primera visita a la zona desde su llegada al poder en enero de 2021.
Tras su estancia en ese país viajará a Cisjordania para entrevistarse con su homólogo palestino, Mahmud Abbas, y luego retornará a Israel para salir rumbo a Arabia Saudita.
Allí participará en la Cumbre del Consejo de Cooperación del Golfo Pérsico, a la que asistirán como invitados también los dirigentes de Jordania, Egipto e Iraq.
acl/rob