De acuerdo con el análisis de la Agencia Internacional de Energía Renovable (Irena), el costo de la electricidad de la energía eólica terrestre cayó un 15 por ciento, mientras que la eólica marina y solar fotovoltaica disminuyeron ambas en 13 puntos porcentuales en comparación con 2020.
Según la entidad, dados los altos precios actuales de los combustibles fósiles, las fuentes renovables añadidas durante el pasado año ahorran en estos momentos alrededor de 55 mil millones de dólares de los costes globales de generación.
En los países no pertenecientes a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, apuntó el análisis, los 109 gigavatios de adiciones de energía renovable en 2021 cuyos costos fueron menores que la opción de combustible fósil más barata, reducirán los gastos en al menos cinco mil 700 millones de dólares anuales durante los próximos 25 a 30 años.
Además de la rentabilidad, el informe pondera los beneficios conferidos por las alternativas amigables con el medio ambiente en pos del cumplimiento de los objetivos descritos en el Acuerdo de París.
La situación actual es un recordatorio devastador de que las energías renovables y el ahorro de energía son el futuro, afirmó en el texto el director general de Irena, Francesco La Camera.
“Con la COP27 en Egipto y la COP28 en los Emiratos Árabes Unidos por delante, estas opciones brindan a los gobiernos energía asequible para alinearse con el cero neto y convertir sus promesas climáticas en acciones concretas con beneficios reales para las personas sobre el terreno”, remarcó.
El informe alertó, además, que los altos precios del carbón y el gas fósil en 2021 y 2022 deteriorarán profundamente la competitividad de los combustibles fósiles y volverán más atractivas a las energías solar y eólica.
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