Según los reportes de medios locales, presiones de “activistas y exiliados” consideraron un “insulto” la colocación del cartel con la mención a la empresa estatal de la isla en una de las autopistas más transitadas de esa ciudad del sur de Florida.
A través de la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba (Etecsa), los residentes dentro y fuera de la isla tramitan sus recargas y compran sus paquetes de datos para el uso de Internet y otros servicios.
Muestra también de esa intolerancia y rechazo a cualquier acercamiento entre los dos países, fue el abierto rechazo del gobernador de Florida, Ron DeSantis, a la decisión de la administración de Joe Biden de autorizar a American Airlines ampliar sus destinos en Cuba.
La declaración del republicano se dio luego que el Departamento de Transporte de Estados Unidos concediera el permiso a la aerolínea para conectar a Miami con cinco destinos cubanos.
En la mente de DeSantis, lejos de beneficiar a las familias a ambos lados del Estrecho, el hecho de permitir más vuelos hacia la isla solo enriquecerá los bolsillos de los que ellos consideran “dictadores comunistas”.
Miami se encuentra enclavada en el Condado Miami-Dade, allí viven y trabajan más del 65 por ciento de los cubanos que han emigrado durante décadas hacia Estados Unidos.
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