Como parte de los procedimientos las autoridades interrogan a los sobrevivientes del siniestro, quienes aseguraron sentir fuertes vibraciones en los vagones antes del descarrilamiento.
El maquinista, su ayudante y ocho funcionarios de la estación de Sandahur permanecen detenidos hasta esclarecer los hechos.
Khalid Mujahid, portavoz del Ministerio de Salud, comunicó que 14 de los lesionados ya fueron dados de alta mientras que el resto permanece hospitalizado con fracturas y heridas corporales dispersas.
El funcionario aseguró que los centros disponen de todos los medicamentos, suministros quirúrgicos y bolsas de sangre necesarios para asistir a las víctimas.
Aún faltan por identificar algunos fallecidos, a cuyos cuerpos se le realizaron pruebas de ADN.
Poco después del fatal incidente, el presidente Abdel Fattah El-Sisi ordenó la creación de un comité integrado por la Autoridad de Control Administrativa, la Autoridad de Ingeniería de las Fuerzas Armadas y las facultades de ingeniería del Colegio Técnico Militar, para determinar las causas.
El mandatario egipcio indicó también al Ministerio de Solidaridad Social pagar con urgencia las compensaciones a los damnificados.
Por otro lado, el Ministerio de Transporte y la Autoridad Ferroviaria trabajan en la sustitución de los antiguos rieles de la línea donde tuvo lugar el descarrilamiento.
Este es el tercer evento de su tipo acontecido en Egipto en menos de un mes. Los orígenes se atribuyen, por lo general, al mantenimiento y gestión deficientes de la red.
El gobierno ejecuta varios proyectos para modernizar el sistema de señalización y reemplazar vagones en mal estado, en aras de mejorar los servicios y prevenir catástrofes.
La colaboración en materia de transporte ferroviario ha sido uno de los temas constantes en las conversaciones de Egipto con sus socios internacionales, durante los últimos años.
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