El tribunal emitió el laudo luego de investigar y procesar una apelación del demandado al dictamen de otra instancia judicial, que a finales de 2020 le instruyó retornar la reliquia a las aldeas de Yangchun y Dongpu de esa provincia oriental.
Dicha entidad argumentó que aunque Van Overeem asegura que compró la pieza en 1996 en Ámsterdam, nunca presentó ningún comprobante de la transacción.
Consideró que la estatua debe regresar a China porque fue robada y sacada ilegalmente del país, tras subrayar su significado especial para los residentes y las tradiciones de Yangchun y Dongpu.
La corte leyó el veredicto en presencia de los abogados de las partes litigantes, funcionarios locales y periodistas.
La querella comenzó después que en marzo de 2015 el coleccionista europeo prestó la pieza para una exhibición del Museo de Historia Natural de Budapest, capital de Hungría, y una prueba de rayos X descubrió en su interior los restos momificados del patriarca Zhanggongzushi o el monje budista Zhang Gong.
El religioso fue popular en Fujian por ayudar a enfermos y predicar las doctrinas del budismo durante la dinastía Song (960-1279). Murió a los 37 años de edad y sus despojos se guardaron dentro de la estatua.
Según los reportes, los habitantes de Yangchun y Dongpu buscaron la reliquia desde su desaparición, la reconocieron cuando se expuso en Budapest, a través del gobierno chino intentaron sin éxito que Van Overeem la devolviera y en noviembre de 2015 lo demandaron ante el tribunal de la ciudad de Sanming.
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