En la ceremonia fueron colocadas ofrendas florales en el obelisco que evoca los 156 caídos hace seis décadas por la parte cubana, a nombre del pueblo, del general de Ejército Raul Castro, del presidente Miguel Díaz-Canel, y de los consejos de Estado y de Ministros.
Las palabras centrales correspondieron al secretario del Partido Comunista de Cuba en el municipio Ciénaga de Zapata, Bienvenido Roig, quien destacó que nunca estarán en el olvido los héroes de aquella gesta, ‘renacidos en las nuevas generaciones’.
‘Nuestro heroico pueblo enfrenta retos provocados por la genocida política de bloqueo de Estados Unidos contra el país, la situación económica mundial y la pandemia de la Covid-19, pero saldrá adelante con unidad y la disposición de defender l patria socialista’, subrayó.
La ceremonia tuvo por sede las áreas externas del museo local, instalación donde se muestran las paupérrimas condiciones de vida de los habitantes de esta región antes de 1959, los avances logrados en estas seis décadas y abundante material sobre el fracasado desembarco.
Playa Girón, costera localidad, ubicada en el sur de la occidental provincia de Matanzas y a unos 220 kilómetros al sureste de la Habana, fue el último reducto de los invasores (la llamada brigada 2506), vencidos en menos de 72 horas.
Girón se asienta en la Ciénaga de Zapata, el mayor humedal del Caribe insular, escenario de aquellos combates, que trascendieron como la primera gran derrota militar de Estados Unidos en América y página significativa en la historia de Cuba.
La invasión comenzó en la madrugada del 17 de abril de 1961 por Playa Larga, en el arco superior de la Bahía de Cochinos, y por Playa Girón, en el flanco derecho de la rada.
Después de cruentos combates iniciados ese día, las fuerzas cubanas, dirigidas por el líder histórico Fidel Castro desde el propio escenario de los hechos, aplastaron la correría y liberaron a Playa Girón, último reducto enemigo el 19 de abril.
La fuerza atacante tuvo un total de 88 muertos y mil 197 prisioneros, mientras por la parte cubana cayeron 156 combatientes con un número indeterminado de heridos.
El territorio cenaguero, escenario de aquellos combates, es símbolo de la decisión de Cuba de disponer su propio destino, recordaron los participantes.
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