El país tiene un clima, un suelo y un aire adecuados para las plantas que podrían producir diferentes tipos de semillas oleaginosas como el girasol, el olivo y la canola, reflejó el portal The Express Tribune.
Las zonas montañosas y las llanuras de las provincias de Khyber Pakhtunkhwa, en cuyas montañas se calculan unos 70 millones de olivos silvestres, Balochistan y Punjab son buenas especialmente para la plantación de olivos.
La gente los corta sobre todo para alimentar a su ganado y cocinar y no son conscientes del potencial económico del árbol ni de su importancia para el medio ambiente.
La deforestación hace mella en el ecosistema de la zona, provocando la degradación de la tierra, la erosión del suelo y, en última instancia, el desempleo, además de causar sequías prolongadas, olas de calor crecientes, patrones de lluvia erráticos e inundaciones repentinas.
El injerto de millones de olivos silvestres, que consiste en unir la parte superior de las plantas para que crezcan juntas, es una técnica agrícola que requiere poco esfuerzo pero podría producir grandes dividendos.
Pakistán importa el 75 por ciento de su aceite comestible para satisfacer su demanda, de la cual el 94 por ciento es aceite de palma, la mayor parte procedente de Malasia, y también adquiere 2,2 millones de toneladas de semillas oleaginosas cada año.
Según el Fondo Mundial para la Naturaleza, Pakistán tiene 4,54 millones de hectáreas de tierra con cobertura forestal, muy por debajo del umbral recomendado del 25 por ciento, y la nación pierde entre 0,2 y 0,5 por ciento de sus bosques cada año.
Una evaluación del Banco Asiático de Desarrollo determinó que los costos socioeconómicos de la degradación medioambiental ascienden a entre siete mil y 14 mil millones de dólares al año.
Con el empeoramiento del clima, el aumento de los niveles de gases de efecto invernadero, las sequías, olas de calor y lluvias repentinas que provocan daños sin precedentes en las infraestructuras, los expertos piden medidas y estrategias respetuosas con el medio ambiente.
El doctor Hizbullah Khan, del Departamento de Ciencias Ambientales de la Universidad de Peshawar, lamentó que se recurra a la plantación de árboles no autóctonos.
Según el doctor Haroon Khan, jefe de la Célula de Cambio Climático de la Universidad de Agricultura de Peshawar, la gente planta eucaliptos que bajan los niveles de agua subterránea y hace mella en la flora y la fauna local pues impide que crezcan los árboles autóctonos.
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