Zhao Lijian, vocero del Ministerio de Relaciones Exteriores, enfatizó en que si se “insiste en el viaje y se desafía la línea roja de China, de seguro habrán firmes contramedidas” y Washington deberá responsabilizarse por cualquier consecuencia.
El portavoz de la Cancillería respondió así a los planes del Ejército estadounidense de redoblar las operaciones, el despliegue de personal, la presencia de equipos y vehículos de guerra en la región de Asia-Pacífico, ante temores de un posible ataque de China al avión de Pelosi.
La legisladora sería la funcionaria con más alto rango de viaje a Taiwán desde 1997 y el Pentágono prevé medidas adicionales de protección porque teme que cualquier incidente o malentendido ponga en riesgo su seguridad.
Tanto la Cancillería como el Ministerio de Defensa de China en los últimos días reiteraron la oposición a la visita y a todo tipo de intercambio oficial con Taipéi, mientras subrayaron que Beijing procederá con acciones decisivas para proteger la soberanía nacional y la integridad territorial.
Por otro lado, Zhao consideró una mentira fabricada las acusaciones contra el gigante asiático sobre la creación de una red de informantes dentro de la Reserva Federal norteamericana para ofrecer datos sobre la economía, cambios en las tasas de interés y otras políticas de Estados Unidos.
Deploró también la injerencia en la situación del mar Meridional y señaló a Washington como la principal amenaza a la paz y la estabilidad de ese espacio con el envío de naves y demostraciones de fuerzas para apuntalar su hegemonía.
Asimismo, Zhao rechazó el proyecto de ley presentado por el senador Marco Rubio para sancionar a empresas implicadas en la exportaciones de hidrocarburos de Rusia a China, defendió las relaciones de cooperación Beijing-Moscú y remarcó que ninguna fuerza externa las interrumpirá.
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