El Gobierno indicó en un breve comunicado que los simulacros durarán 14 días, emitió una alerta de navegación y restringió el paso a las embarcaciones no vinculadas al proceso.
Las fuerzas armadas de China iniciaron el viernes operaciones similares en el mar Meridional y el sábado frente a las costas de Taiwán, en medio de fuertes tensiones con Estados Unidos por la posible visita a Taipéi de la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi.
La televisión local reveló un video con el lanzamiento del misil hipersónico DF-17, casi imposible de interceptar, capaz de impactar blancos en movimiento y considerado clave para las incursiones militares del país.
Otros audiovisuales circulados en las redes sociales también mostraron momentos de las prácticas con fuego real en el espacio aéreo de Taiwán.
Beijing en los últimos días reiteró la oposición al viaje de la política norteamericana y a todo tipo de intercambio oficial con la isla, mientras subrayó que procederá con acciones decisivas para proteger la soberanía nacional y la integridad territorial.
En tanto, los militares de Estados Unidos dijeron que redoblarán las operaciones, el despliegue de personal, la presencia de equipos y vehículos de guerra en la región de Asia-Pacífico.
Pelosi sería la funcionaria de más alto rango que viaja a Taiwán desde 1997 y el Pentágono prevé medidas adicionales de protección porque teme que cualquier incidente o malentendido ponga en riesgo su seguridad.
Analistas locales indicaron que si insiste, el EPL reaccionaría con el envío de cazas a interceptar su avión, declararía zonas aéreas y marítimas de restricción alrededor del territorio sureño, desplegaría misiles frente a sus costas e iniciaría simulacros de guerra.
También se baraja la salida del embajador chino en Washington y sanciones a quienes visiten Taipéi, junto a la previsión de un impacto para la paz y la economía regional.
Wu Yongping, una voz reconocida de la universidad de Tsinghua, afirmó que incluso el gigante asiático aplicaría contramedidas integrales en lo militar, diplomático, económico y la opinión pública, mientras la situación podría desencadenar la reunificación de la isla sureña.
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