“El enemigo debe esperar peleas y no tregua”, advirtió el secretario general del grupo, Ziad al Nakhala, en una entrevista con la televisora árabe Al Mayadeen.
Hoy es una prueba de la resistencia palestina frente a esta agresión, subrayó en alusión a los ataques aéreos contra diversos blancos en el enclave costero, donde viven más de dos millones de personas.
Poco antes, un comunicado de la Jihad Islámica confirmó que entre las víctimas mortales se encuentra Tayseer Al-Jabari, jefe en la región norte del enclave de las Brigadas de Al Quds, el brazo armado de la agrupación.
Según la agencia de noticias Maan, Salama Abed, también comandante de la milicia, murió en la incursión.
“Los combatientes de la resistencia deben actuar como un solo hombre, y no hay líneas rojas en la Jihad Islámica, ni interrupciones ni mediaciones” de terceros, aseguró al Nakhala.
Durante la entrevista con la televisora, llamó a los milicianos a comenzar las hostilidades contra Israel.
El enemigo inició la escalada y ahora debe pagar el precio y asumir toda la responsabilidad por ello, alertó poco antes Fawzi Barhoum, vocero del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas), que controla la franja desde 2007.
También el Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP) instó a la unidad del pueblo y responsabilizó a Israel por la nueva escalada y sus consecuencias.
El FPLP exhortó en un comunicado a todas las milicias palestinas a responder a la nueva agresión israelí.
Entre los objetivos de los ataques estuvieron un apartamento en un edificio de gran altura en el barrio de Al-Rimal, en la ciudad de Gaza, y una vivienda en la aldea de Al-Fakhari.
Los aviones de guerra también bombardearon blancos en las ciudades de Beit Lahia y Jan Yunis, al norte y sur del territorio, respectivamente.
La ofensiva israelí sucede a cuatro días de tensión en la frontera común tras el arresto, por parte de soldados de Tel Aviv, del jefe en Cisjordania de la Jihad Islámica, Bassam al Saadi.
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