Los dos principales líderes de la Iglesia católica salvadoreña durante las homilías dedicadas a las Divino Salvador del Mundo, lanzaron un llamado a mejores tratos y a no “incriminar” a los inocentes, en referencia al régimen de excepción vigente en el país.
El arzobispo de San Salvador, José Luis Escobar, recordó durante la misa patronal en la Catedral Metropolitana, que es “importante que los inocentes no sean incriminados. Bien podemos oír la voz del Divino Salvador, hermanos, que nos dice que El Salvador debe transfigurarse, haciendo justicia”, apuntó.
En la víspera antes del tradicional rito de la transfiguración, el cardenal Gregorio Rosa Chávez, obispo auxiliar de San Salvador, también apeló por un trato digno para los detenidos en los penales, muchos inocentes de la batalla de las autoridades por frenar las acciones de las pandillas.
Todos, subrayó, tienen derecho a un tratamiento digno y a una oportunidad para rehacer sus vidas; por supuesto los culpables deberán afrontar las consecuencias de sus actos.
Desde el altar de la iglesia los prelados apelaron por mejoras de las clases trabajadoras, las pensiones, por evitar la contaminación el agua y por enfrentar el drama de los jóvenes a quienes les roban sus sueños y se ven obligados a emigrar”.
Escobar dijo a los legisladores y al Gobierno que para “los trabajadores debe haber una ley de pensiones justa, que verdaderamente defienda” sus derechos y no para favorecer a terceros, ya sea las administradoras o el Gobierno mismo.
«El Salvador tiene derecho a vivir en paz», afirmó el arzobispo de San Salvador en su llamado a la transformación de la sociedad y a la unidad para lograr ese fin.
Entre cánticos y cohetes, cientos de fieles se concentraron frente a Catedral Metropolitana, en el centro de la capital, para la celebración de la misa en conmemoración del Divino Salvador del Mundo, como cierre de las actividades religiosas en el marco de los festejos patronales.
Al encuentro asistieron el presidente de la Asamblea Legislativa, Ernesto Castro, la ministra de Vivienda, Michelle Sol y el alcalde de San Salvador, Mario Durán.
Con la celebración de la solemne misa el sábado, la Iglesia católica finalizó las actividades en conmemoración al patrono de San Salvador, una de las fiestas más importantes en el país, luego de un receso de dos años a causa de la pandemia de la Covid-19.
Casi llegando al final de la celebración, las autoridades reiteraron su llamado a la población, en especial a los conductores para evitar accidentes.
oda/lb