Wu Qian, vocero del Ministerio de Defensa, dijo que las contramedidas de Beijing son legítimas, razonables y apropiadas, pero además buscan proteger la soberanía y la seguridad nacional.
Llamó a Estados Unidos a responsabilizarse y asumir las consecuencias de sus acciones y también lo acusó de crear las actuales tensiones en el estrecho de Taiwán.
Desde la semana pasada el Ejército Popular de Liberación desarrolla maniobras alrededor de la isla que son consideradas sin precedentes porque se efectúa en la línea media del estrecho de Taiwán, o sea, más cerca de ese territorio.
Dicho despliegue incluye prácticas reales de combate con misiles convencionales, cazas, portaaviones y otros equipos de artillería pesada, y al mismo tiempo todas las unidades están en máxima alerta por cualquier posible emergencia.
Según el diario Global Times, los simulacros se harán más habituales frente a las costas de Taiwán y constituyen un “ensayo de las operaciones de reunificación” de la isla a la parte continental de China porque la congresista cambió para siempre el status quo de la zona.
Zhang Junshe, experto de la academia naval del Ejército, dijo que el alto nivel, la estrategia e influencia de las actuales maniobras evidencian que se aceleró el proceso para reintegrar la isla de una vez y por todas.
Mientras, Hua Chunying, vocera de la Cancillería, dijo que la estancia de la congresista en la isla no fue un asunto de democracia, sino de soberanía e integridad territorial de China.
Igualmente acusó a Pelosi de protagonizar con una farsa política y aseguró que Beijing procederá con más contramedidas “decisivas, enérgicas y efectivas”.
Aparte de las operaciones militares, China interrumpió ocho mecanismos de diálogo y cooperación con Estados Unidos, sancionó a Pelosi y sus familiares, y a individuos, compañías y organizaciones vinculadas al secesionismo
También suspendió algunas exportaciones e importaciones a Taiwán.
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