Los aliados de la OTAN expresaron preocupación por lo que consideraron como acciones desestabilizadoras de Rusia en la zona euroatlántica, pese al rechazo por Moscú de tales acusaciones, indicó Radio Praga International.
Nos solidarizamos totalmente con la República Checa, señala un comunicado del pacto militar de 28 países, a los cuales Praga llamó ayer a unírsele en sus esfuerzos para expulsar a funcionarios de las embajadas rusas en esos estados.
El recién nombrado ministro checo de Relaciones Exteriores, Jacub Kulhanek, informó a los miembros de la alianza sobre la crisis diplomática con Moscú, destacó la misma fuente.
Rusia expulsó el pasado domingo a 20 funcionarios de la embajada checa, en respuesta a la declaración como persona non grata de 18 diplomáticos rusos en esta nación.
Además de intentar poner un ultimátum a Moscú para permitir el retorno de los diplomáticos expulsados, Praga también anunció una demanda contra el país euroasiático por su supuesta responsabilidad en un incendio ocurrido en 2014.
Las autoridades checas estimaron como responsables a la seguridad y la inteligencia militar rusas del siniestro en un almacén de municiones, en la localidad checa de Vrbetice.
En la cancillería rusa consideraron tales acusaciones de desatinadas y sin base alguna, después que la propia justicia de este país presentó en su momento cargos contra una empresa búlgara, encargada del arriendo del local afectado.
La reunión de urgencia de la alianza atlántica fue convocada la víspera por el gobierno checo, donde también se observan señales de crisis en el interior de su coalición, cuya señal más visible pareció ser el nombramiento de Kulhanek.
mem/to