Sin citarlo, Lula afirmó que al exmilitar le gustaría una «carta hecha por milicianos» después de que cuestionara un documento a favor de la democracia que será presentado el jueves.
«¿Cómo se puede vivir en un país en el que el presidente cuenta siete mentiras cada día? Y con la mayor desfachatez. ¿Qué es una carta que defiende la democracia? Quizás la carta que le gustaría tener es una carta hecha por milicianos en Río de Janeiro y no una carta hecha por empresarios, intelectuales, sindicalistas defendiendo un régimen democrático», señaló.
Recientemente Bolsonaro estuvo en un evento con banqueros y declaró que el «demócrata no necesita firmar cartita», al referirse al texto elaborado por exalumnos de la Universidad de Sao Paulo, en defensa de la democracia y del sistema electoral electrónico.
Para Lula, el excapitán del Ejercito, «no tiene derecho» a titubear sobre el método electivo, pues «él mismo fue elegido» con las urnas electrónicas instaladas en el país desde 1996 y nunca «reclamó por haber ganado» en 2018.
Los organizadores de la iniciativa aseguran que la epístola unió a todos los sectores de la sociedad en torno a un único objetivo: salvar a Brasil de la escalada golpista de Bolsonaro.
Consideran que el jefe del Ejecutivo ataca el sistema electoral, a los ministros de las cortes superiores, emite fake news (noticias falsas) contra las urnas electrónicas y amenaza con no aceptar el resultado del sufragio del 2 de octubre.
Asimismo, el fundador del Partido de los Trabajadores (PT) y su candidato presidencial aseguró en la Fiesp que si vuelve al gobierno, los empresarios brasileños tendrán «credibilidad, estabilidad y previsibilidad».
Refirió que la valoración real del salario mínimo también necesitará ser retomada para garantizar que el pueblo trabajador vuelva a consumir y hacer girar la rueda de la economía.
Para ello, además de la inflación, el reajuste del salario mínimo necesita comprender la división del crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB).
«La ventaja del crecimiento del PIB es distribuirlo. No sirve de nada que el PIB crezca, como lo hizo en los 70 (década de 1970) o 14 por ciento al año, y estar solo con media docena de personas. El PIB es bueno crecer cuando la gente distribuye ese PIB y todo el mundo puede participar», recalcó el aspirante favorito para ganar ante las urnas.
Aseguró que la reindustrialización del país está en el centro de su plan de gobierno, la cual necesitará estar ligada a la innovación.
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