Estimados oficiosos cifra en hasta 40 por ciento el territorio de este país africano sin costas en poder de los milicianos islamistas leales a la red Al Qaeda y a Estado Islámico que operan en este país desde 2015 cuyas acciones provocaron el desarraigo de unos dos millones de personas que huyeron en busca de seguridad.
El Ejército reorganizará las unidades de combate para recuperar áreas en manos de los rebeldes y facilitar el regreso a sus hogares de los desplazados, declaró a la prensa el ministro de Defensa general Barthelemy Simpore.
La estrategia se basa en reducir la movilidad de los grupos terroristas y proteger las áreas aún fuera de peligro, para recuperar el territorio en poder de los insurgentes, añadió el titular, según reportes en la prensa matutina este sábado.
Los militares burkineses defenestraron en junio pasado al presidente constitucional Christian Marc Roch Kaboré, asediado por protestas populares que criticaban su inacción frente a los insurgentes islamistas y prometieron controlar a esos grupos.
Por el contrario, desde la llegada al poder de los militares dirigidos por el teniente coronel Paul Henry Sandaogo, los movimientos fundamentalistas incrementaron sus operaciones.
Solo entre los días 4 y 10 del mes en curso, los insurgentes ejecutaron varios ataques en el norte del país que costaron la vida a 40 personas, 20 de ellos soldados y oficiales del Ejército, según cómputos oficiales.
mem/msl