En su perfil de Twitter el mandatario resaltó que la empresa Yacimientos de Litio Bolivianos vendió 530 toneladas de carbonato de este metal a la firma china Ganfeng Lithium, una de las más grandes del mundo en el ramo, logrando un ingreso de 24 millones de bolivianos (casi tres millones y medio de dólares).
Arce significó que su país busca estrechar vínculos comerciales con las grandes economías a nivel mundial, en el marco del respeto a la soberanía de los pueblos.
El objetivo de la política nacional es alcanzar la producción de litio con valor agregado y no solamente la explotación de la materia prima.
En base a ello promueve el relanzamiento del proceso de industrialización de este metal (también llamado oro blanco) que apunta, además, a agilizar algunos proyectos, según informó a inicios de abril el ministro de Hidrocarburos y Energías, Franklin Molina.
Luego del golpe de Estado de noviembre de 2019 contra el presidente Evo Morales, el Gobierno de facto paralizó durante 11 meses el plan de industrialización del litio, que hasta ese momento tenía cerca de 10 años de desarrollo.
En palabras del presidente Arce, el control de las reservas de este metal en Bolivia fue una de las razones que motivó el derrocamiento del Gobierno de Morales.
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