Ante una crisis de hambre que califican de «sin precedentes», seis organizaciones no gubernamentales dedicadas a la protección de la infancia exhortaron a la comunidad internacional a atender las “consecuencias devastadoras» de la inanición en los menores.
Afganistán, Yemen, Burkina Faso, República Democrática del Congo (RDC), Etiopía, Mali, Nigeria, Somalia y Sudán del Sur son los países en situación más crítica.
Si no actuamos ahora, las consecuencias tendrán repercusiones devastadoras en la salud, la nutrición, la educación, la protección y la supervivencia de los infantes, precisó el informe.
Agregó que las niñas están en mayor peligro, pues «cuando los alimentos escasean, suelen comer menos y en último lugar”.
El texto indicó que la seguridad alimentaria es un derecho consagrado en la Declaración Universal de Derechos Humanos, por lo que la voluntad política debe impulsar una respuesta inmediata para abordar las causas profundas del hambre.
Solo en la RDC más de 27 millones de personas padecen el flagelo de la hambruna a causa de la violencia y el conflicto armado entre fuerzas gubernamentales y grupos insurgentes, junto al estancamiento económico y al impacto de la Covid-19.
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