El paro convocado por el Sindicato Ferroviario, Marítimo y del Transporte (RMT) afecta al 80 por ciento del servicio de trenes del país, y se repetirá el sábado, a menos que fructifiquen las negociaciones con la compañía Network Rail y otras 14 operadoras, advirtió el líder del gremio, Mick Lynch.
Quieren despojarnos de nuestras condiciones de trabajo, están atacando nuestras pensiones, y por supuesto, no hemos tenido un acuerdo salarial en nuestra industria en los últimos dos o tres años, declaró Lynch a la televisora Sky News desde la estación londinense de Euston.
El secretario general de RMT, quien acusa al Gobierno conservador de interferir en las negociaciones, agregó que las operadoras pretenden además recortar miles de puestos de trabajo.
La huelga de este jueves, sexta que protagonizan los empleados ferroviarios británicos desde junio, es respaldada por el Sindicato del Personal Asalariado del Transporte y por la central sindical Unite, que agrupa a diversos sectores de la economía.
Los trabajadores del Metro de Londres y los chóferes de autobuses de la capital anunciaron, por su parte, que se ausentarán este viernes de sus puestos de trabajo para exigir un alza salarial, por lo que la administración del transporte londinense advirtió al público de serias afectaciones en el servicio.
El incremento de la inflación, que en julio pasado alcanzó el 10,1 por ciento -su nivel más alto de los últimos 40 años- disparó las demandas de los sindicatos por mejoras salariales.
Además del sector ferroviario, abogados, enfermeros, maestros, empleados de correros y obreros portuarios exigen que se les pague un salario que les permita hacer frente al costo de la vida, caracterizado por un aumento desenfrenado de la tarifa eléctrica y del precio de los alimentos.
El gobierno conservador encabezado por el ahora dimitente primer ministro Boris Johnson anunció meses atrás un paquete multimillonario para ayudar a los hogares de menos ingresos a lidiar con la crisis, pero el propio gobernante admitió la semana pasada que esos fondos son insuficientes.
Johnson se rehusó, sin embargo, a tomar nuevas medidas para reducir el costo de la vida, y reiteró que esa tarea le corresponderá al candidato que gane el concurso interno de liderazgo que disputan el exministro de Hacienda Rishi Sunak y la canciller Liz Truss para relevarlo en el cargo.
El nuevo líder del Partido Conservador y primer ministro británico será escogido por los 160 mil afiliados a la organización mediante el voto postal, y su nombre se conocerá el 5 de septiembre.
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