El mecanismo contará con la participación de varios ministerios y sustituirá a la Comisión de Planificación Familiar y Salud, creada en 2014.
Además, lo dirigirán funcionarios del mismo Consejo de Estado.
Se trata del paso más reciente que da China en respuesta al dilema demográfico en su territorio, donde las proyecciones apuntan a la persistencia a largo plazo de la baja natalidad y el incremento de las personas mayores de 60 años de edad.
El martes pasado la Comisión Nacional de Salud y otros 16 departamentos del Gobierno emitieron disposiciones que reducen los costos de los servicios pre y posnatales, contemplan normas preferenciales en el terreno inmobiliario y fiscal, así como ordenanzas que promueven un mayor respeto en los centros de trabajo a las embarazadas.
Anteriormente, la Comisión consideró imperativo estimular los nacimientos y abolir las restricciones existentes para solucionar el problema demográfico en el país más poblado del mundo.
Afirmó en un reporte que es tiempo de revisar y eliminar muchas regulaciones de control a la planificación familiar, llamó a hacer más inclusivas las políticas de fertilidad y mejorar lo antes posible los servicios vinculados a la maternidad.
Pidió cambios en lo referido a la vivienda, educación, salud, empleo, seguridad social e impuestos que aligeren la carga financiera en los hogares e incentiven a los matrimonios a ampliar la prole.
Citó a los altos costos en todos esos terrenos y en la crianza de un hijo, así como las preocupaciones profesionales de las mujeres entre los principales factores que desestimulan los embarazos.
En el pasado –indicó la Comisión- nos enfocamos en el control demográfico, pero ahora debemos centrarnos en alcanzar un nivel apropiado de fertilidad, mejorar la calidad, estructura, distribución y desarrollo de la población.
Muchos demógrafos advirtieron que China será en 2035 un país superenvejecido y las personas mayores de 60 de edad representarán más de 30 por ciento de la población, al abogar por reformas en el sistema de seguridad social por considerarlo inadecuado, desequilibrado y con problemas para incluir a los residentes rurales.
Aunque China todavía es la nación más poblada del mundo, el año pasado solo nacieron 10,62 millones de bebés, hubo 10,14 millones de defunciones y cinco millones de mujeres menos en edad fértil.
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