Bajo el nombre «United We Stand», la reunión tiene el objetivo de contrarrestar «los efectos corrosivos de la violencia alimentada por el odio en nuestra democracia y la seguridad pública», expresó en un comunicado Karine Jean-Pierre, secretaria de prensa de la mansión ejecutiva.
Entre los asistentes a la cumbre de septiembre habrá funcionarios federales, estatales y locales tanto demócratas como republicanos, miembros de las fuerzas del orden, representantes de grupos de derechos civiles, líderes religiosos y empresariales, así como organizaciones para prevenir la violencia con armas de fuego, indicó el texto.
La cita, que tendrá al presidente Joe Biden, intenta abordar un fenómeno que escala en la sociedad estadounidense, particularmente después de la llegada al poder de Donald Trump (2017-2021) y ahora tras el registro del FBI en la mansión del exmandatario en Mar-a-Lago, Florida.
Más de 10 mil personas denunciaron el año pasado que fueron víctimas de un delito de odio debido a su raza o etnia, orientación sexual, género, religión o discapacidad, un número que ha ido en aumento en los últimos años, reveló un informe anual de estadísticas de delitos de odio del FBI, citado por la CNN.
El fiscal general Merrick Garland advirtió que prevenir y responder a los delitos de odio se encuentran entre las principales prioridades del Departamento de Justicia, y afirmó que las cifras mestran un incremento en los crímenes de ese tipo contra las personas negras, que ya es el grupo más victimizado.
Luego del ataque armado a un supermercado en un barrio de población en su mayoría afroamericana en Buffalo, Nueva York, Biden, calificó a la supremacía blanca de «veneno» en Estados Unidos.
Payton Gendron, el joven de 18 años acusado de masacrar a 10 personas por motivos raciales el pasado 14 de mayo en Buffalo, se describió a sí mismo como un supremacista blanco.
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