Se trata de una respuesta a las violaciones del régimen de Tel Aviv en el sagrado recinto de Al Aqsa, en la ciudad santa para cristianos, musulmanes y judíos.
El Partido de Dios repudia las medidas militares, el estado de sitio y las restricciones impuestas por las autoridades de la potencia ocupante y bandas de colonos israelíes.
Los enfrentamientos derivaron en decenas de heridos y varios ciudadanos que rechazan el irrespeto de Tel Aviv a los lugares sacros del islam.
En días recientes, ciudadanos israelíes asaltaron bajo la mirada de efectivos de seguridad la mezquita de Al Aqsa, en Jerusalén, a la cual solo pueden acceder los fieles al Corán.
Ese hecho causó indignación en los árabes islámicos que avanzaron contra los trasgresores y como resultado hubo un enfrentamiento, del cual salieron mal parados, tras la represión de los uniformados.
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