Por votación de siete a dos, los ministros del STF revalidaron la decisión emitida en marzo por la segunda sala del juzgado.
Ante el veredicto, la defensa del fundador del Partido de los Trabajadores indicó en un comunicado que el dictamen es ‘una victoria del derecho’ y el restablecimiento del debido proceso legal y ‘de la credibilidad del Poder Judicial en Brasil’.
Reiteró que, desde la primera manifestación escrita, en 2016, Moro usó el cargo de juez para practicar lawfare (guerra jurídica) y ‘promover una verdadera cruzada contra el expresidente Lula’.
En ese sentido, añadió, ‘para acusarlo y condenarlo sin prueba de culpa con el objetivo de retirarlo de las elecciones presidenciales de 2018 y de la vida política’.
Los abogados del exdirigente obrero lamentaron asimismo que, por las irregularidades cometidas por Moro, el exgobernante sufrió 580 días de ‘prisión ilegal y todo tipo de persecuciones y humillaciones irreparables’.
En la misma audiencia, celebrada el jueves, el STF decidió además por votación mayoritaria que los procesos contra Lula se juzguen en el Tribunal Federal del Distrito Federal.
Los ministros Edson Fachin, Luis Robeto Barroso, Dias Toffoli, Gilmar Mendes, Rosa Weber y Carmen Lucia votaron a favor de enviar los expedientes a la justicia de Brasilia.
Por su parte, los magistrados Kassio Nunes Marques, Luiz Fux y Marco Aurélio Mello eligieron por mantenerlos en la sureña ciudad de Curitiba. Ricardo Lewandowski y Alexandre de Moraes pidieron que los procesos sean enviados a Sao Paulo.
La semana pasada, por ocho votos contra tres, los jueces del Supremo confirmaron la decisión de Fachin de que el Tribunal Federal de Curitiba no sería el lugar correcto para juzgar los procesos de la desarticulada operación Lava Jato contra Lula.
Por ese veredicto, el expresidente recuperó sus derechos políticos y podría participar en la carrera por el poder en las justas comiciales de 2022.
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