Por el contrario, las poblaciones autóctonas representan un componente étnico esencial de las regiones del Pacífico, Norte y Centro de Nicaragua, sin dejar de reconocer que la ‘Costa’ constituye su principal emplazamiento, defendieron en diálogo con Prensa Latina los expertos Marvin Antonio Villalta y Carlos Lenys Cruz.
En Nicaragua conviven 10 pueblos indígenas, seis en la regiones del Pacífico, Centro y Norte, y cuatro en la Costa Caribe, más dos afrodescendientes en esta última zona, explicó Cruz.
La población indígena del país más extenso de Centroamérica representa más del nueve por ciento del total, reveló el censo poblacional de 2005, dato que representó una piedra angular en las pesquisas científicas de Villalta y Cruz
Hasta entonces predominaba la tendencia de la asimilación cultural, motivo por el cual muchas de las poblaciones, aun siendo indígenas, se reconocieran como mestizas, sostuvo Cruz, editor de la Editora Universitaria.
En ese terreno conceptual entre el mestizaje y lo indígena se han movido las investigaciones de ambos antropólogos.
Los investigadores coinciden en afirmar que en los últimos tres lustros muchas poblaciones indígenas han ganado en auto reconocerse como tales y mencionan algunas del departamento de Chinandega (Pacífico), que reconocen derechos territoriales sobre sus tierras.
O en Totogalpa, departamento de Madriz en la frontera norte de Nicaragua, que no aparecía en la lista de los pueblos indígenas y ya se reconocen como tal, en un territorio de casi 400 kilómetros cuadrados.
Otra dinámica histórica objeto de análisis resulta de la mezcla entre lo campesino y lo indígena, factores con una visión diferente sobre el concepto de la tierra.
El triunfo de la Revolución Popular Sandinista en 1979 supuso la nacionalización de una gran cantidad de tierras en poder hasta entonces del clan familiar de los Somoza, gobernante por más de cuatro décadas en Nicaragua.
La Ley de Reforma Agraria respetó el derecho de propiedad comunal de los pueblos indígenas sobre esas tierras, en las cuales fueron creadas las cooperativas.
A partir de 2007, inicio de la segunda etapa del sandinismo en el poder, las cooperativas deciden que se respeten al unísono los derechos de propiedad comunal y cooperativa.
EL TEMA INDÍGENA DESDE LO JURÍDICO
En el ideario de la construcción del estado nicaragüense, desde la época de la colonia y de la naciente República se comenzó a crear un modelo de ciudadano, el cual debería ser el no indígena, explicó Villalta, editor de la revista Humanismo y Cambio Social en la UNAN-Managua.
Después de 1821 (año de la independencia) una gran cantidad de tierras estaban en manos de poblaciones indígenas, pero el Estado comienza a generar un proceso de desterritorialización, creando la unidad política administrativa de los municipios, que suplantó la propiedad sobre esos terrenos.
Todo ese proceso de legitimización del Estado a finales del siglo XIX y principios del XX crea la idea en el discurso político-social de Nicaragua, de que en el Pacífico, Centro y Norte poblaciones indígenas habían desaparecido, quedando relegadas solo al Caribe.
De tal manera que hubo un reconocimiento tácito en ese tema, manifestado en muchas publicaciones entre 1940-1960, las cuales daban por hecho al Caribe como único hábitat de las poblaciones indígenas en Nicaragua.
Las poblaciones miskitas y mayagnas, asentadas en esa franja del territorio eran la que detentaban la idea de la multiculturalidad en el país más extenso de Centroamérica.
Tal apreciación se rompe con el esquema táctico que desarrolla el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), debido sobre todo a su vinculación histórica con esos territorios.
Porque el Frente traía en sus raíces una base de trabajo (político) desde la época del general Augusto C. Sandino, quien desarrolló toda su acción bélica en la zona Norte (Las Segovias) y una gran cantidad de las poblaciones que le acompañaron en la guerra de liberación (1927-1933) contra la ocupación estadounidense eran meramente indígenas.
Esa tradición la rescata el Frente Sandinista, pero solo en tres o cuatro poblaciones, la monimbó en Masaya la subtiava en León, y otras en Matagalpa y Jinotega.
Entonces cuando FSLN toma el poder en el 79 viene con una idea para la regeneración del Estado que concebía la existencia de las poblaciones indígenas solo en la zona del Caribe.
Y cuando desarrolla toda su política agraria lo hace en la zona del Pacífico, Centro y Norte con una visión más cooperativista que comunal.
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