Los despachos de Agricultura, Recursos Hidráulicos, Manejo de Emergencias y la Administración Meteorológica urgieron en conjunto a multiplicar las operaciones de riego de las siembras, abrir nuevas fuentes de agua y proceder de forma apropiada ante la emisión de alertas por calor extremo.
Llamaron a las regiones agobiadas por las altas temperaturas a trabajar sin descanso y buscar fórmulas efectivas para garantizar el rendimiento de los cultivos de granos, mantener el desarrollo socioeconómico y la disponibilidad de alimentos, mientras batallan por minimizar las afectaciones de la falta de lluvias.
Insistieron a los departamentos locales de Recursos Hidráulicos en optar por la “gestión científica” de ríos, lagos, represas y otros depósitos del preciado líquido a fin de satisfacer la demanda para los regadíos y a las oficinas meteorológicas apoyar la producción de lluvia artificial.
Las cosechas de otoño representan el 75 por ciento del volumen anual de granos de China y este año el objetivo es sobrepasar los 650 mil millones de kilogramos.
Pero la meta está amenazada porque el país vive el período caliente más prolongado e intenso desde 1961 y, como consecuencia, lleva 12 días seguidos con alerta roja por altas temperaturas, tiene decenas de ríos secos y una reducción alarmante en el agua de sus dos principales lagos.
La situación, igualmente, disparó la demanda de electricidad y regiones como Sichuan y Shanghái recurrieron al cese de la producción industrial y apagones del alumbrado público como medida de ahorro y para dejar el servicio al sector residencial.
Mientras la gran sequía afecta a millones de personas, agricultura y sistema electroenergético del centro-sur de China, algunas regiones del norte siguen atentas porque los aguaceros torrenciales pueden desencadenar inundaciones, torrentes de montaña y deslaves.
Además, este miércoles las orientales provincias de Guangdong, Hainan, Fujian y Zhang de Guangxi tiene activadas varias medidas de precaución ante la proximidad del tifón Ma-on, que descargará lluvias fuertes con alto riesgo de riadas y aludes de tierra.
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