Hasta el mes próximo esa región administrativa especial recogerá las opiniones del público sobre los cambios y su gobierno luego planea entregarlos a la legislatura local en noviembre.
Entre las reformas planteadas está modificar el crimen de “subversión contra el Gobierno central de China” a “subversión al poder estatal” e incluir el delito de “incitación o apoyo a la sedición”.
También se proponen como medidas preventivas aplicar la intercepción de comunicaciones de inteligencia, restricciones temporales a los viajes y la solicitud de información sobre las actividades de individuos u organizaciones consideradas sospechosas.
Según las autoridades del territorio sureño, los cambios tienen como objetivo mantener la sintonía entre la ley local de Seguridad, la nacional y la de Hong Kong. Esta última fue puesta en vigor en 2020.
Macao introdujo su referida legislación en 2009 y planea poner a consideración las reformas en ocho consultas, tres abiertas al público general y las restantes cinco solo a representantes de sectores como el político, legal, económico y financiero.
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