Ante esta equivalencia, el dólar recupera algunas pérdidas inspiradas por los datos más recientes (débiles).
Los decepcionantes sondeos de los sectores de servicios y manufacturero de los Estados Unidos, y el desplome de las ventas de viviendas nuevas hicieron que el dólar se tomara un respiro, tras una racha que llevó a la divisa estadounidense a su nivel más fuerte frente al euro en 20 años.
Europa, sin embargo, tiene sus propios problemas de crecimiento derivados de su mayor exposición a los suministros de gas ruso, ya que la región busca reabastecerse antes del invierno boreal.
El euro cotizó a un dólar el martes, pero volvió a caer a 0,99175 dólares en la sesión en Europa, apenas por encima del mínimo de 20 años del martes de 0,99005 dólares.
Para el índice del dólar, que mide el desempeño del billete verde frente a una cesta de seis divisas, subió 0,37 por ciento, a 108,95, cerca del máximo de dos décadas alcanzado en julio, a 109,29.
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