«Ha sido un privilegio visitar el Centro, vivo ejemplo de que sin memoria colectiva ningún pueblo tiene futuro. Una memoria inclusiva, centrada en las víctimas, basada en la justicia, dignidad y reparación, es indispensable para la construcción de la democracia», expresó el mandatario.
Durante su estancia en este lugar emblemático de la historia reciente de Colombia, el presidente de la Comisión de la Verdad, Francisco de Roux, le entregó a Sánchez un volumen del Informe Final de esta entidad, sobre los crímenes cometidos en el contexto del conflicto armado, con argumentaciones y recomendaciones.
«Colombia acaba de estrenar el futuro donde la paz debe ser posible, será posible. Creo que el gobierno de Gustavo Petro y Francia Márquez, es un gobierno que reconoce el dolor provocado por la violencia», dijo ante representantes del Sistema Integral de Paz y de la alcaldía capitalina.
Es un gobierno, aseguró el gobernante, que sabe que para que un país no habite el silencio es necesario recoger las voces de todas y todos, ofrecer soluciones justas, inclusivas, y hay que reconstruir la memoria histórica.
«En esa paz hacia la que se dirige Colombia, estoy convencido de que se va a lograr definitivamente, hay lugar para el dolor de todas las víctimas y hay, sin dudas, lugar para la verdad», aseveró.
Manifestó que comparte el convencimiento que la memoria es fundamental para que toda sociedad pueda considerarse plenamente democrática y no se repitan los horrores cruentos de nuestra historia.
En España, conocemos de primera mano lo que esto significa, todavía hoy trabajamos para construir una memoria inclusiva que nos permita cerrar las heridas de la dictadura que asolo durante cuatro décadas nuestro país, enfatizó Sánchez.
Afirmó que aquel tiempo de oscuridad aún no ha cicatrizado, precisamente e hizo alusión al poeta Federico García Lorca asesinado hace 86 años y cuyos restos aún no han sido encontrados.
«El poeta quien representa a los miles de desaparecidos que hay en España, víctimas de la guerra civil, de la represión franquista, enterrados en fosas a lo largo de todo nuestro territorio y que merecen una digna sepultura», expresó.
En tal sentido, recordó que su gobierno impulsa la aprobación de una ley de memoria democrática que se inspira en los mismos principios que se ven en el Sistema Integral de Paz en Colombia donde el centro son las víctimas.
Reconoció el papel de este sistema y afirmó que este dolor en Colombia no debe callarse y debe conocerse para no repetirse.
Por su parte el canciller colombiano, Álvaro Leyva, recordó que en Colombia «se instituyó una cultura de violencia que realmente ha llevado a la sociedad a una confrontación permanente».
Aclaró que hay que desmontar la cultura de la intolerancia con una estrategia para garantizar la no repetición.
Fue enfático al indicar que centrará su empeño «en la tarea de enseñarle a Colombia que no puede incurrir en la repetición (…) el país en general no puede seguir marchando sobre esa cultura de la violencia».
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