Según informó este jueves el ministerio británico del Interior, la propuesta surgió en una reunión esta semana entre la titular de esa cartera, Priti Patel, y su contraparte albanesa, Bledi Cuci.
El gobierno de Albania se ofreció para enviar al Reino Unido a oficiales de policía experimentados que suministrarían a las autoridades británicas información de inteligencia vital, y ayudarían en el procesamiento y deportación expedita de esos migrantes, señala el comunicado.
Datos extraoficiales sugieren que el 60 por ciento de las personas que en los últimos días cruzaron el canal de La Mancha a bordo de botes de goma serían de nacionalidad albanesa.
Para tratar de desestimular a los albaneses, el gobierno británico comenzó la víspera a publicar anuncios en las redes sociales en idioma albanés en los que advierten de los riesgos y consecuencias de llegar al Reino Unido de forma irregular.
El ministerio de Defensa informó, por su parte, este jueves que la víspera detectaron otras 11 embarcaciones endebles con 532 refugiados a bordo.
El lunes pasado, los barcos de la Armada británica y de la Patrulla de Frontera trajeron a tierra a mil 295 personas, en lo que constituye la cifra más alta de migrantes irregulares llegados al Reino Unido en un solo día.
En total, sumarían más de 23 mil los migrantes irregulares llegados al país en lo que va de año, un aumento considerable comparado con los 28 mil 526 que arribaron en 2023.
El incremento de los cruces se produce a contrapelo de las amenazas del gobierno conservador británico de deportar a Ruanda a todos los que ingresen de esa forma al Reino Unido.
El plan diseñado por Londres como parte de una controvertida reforma del sistema de inmigración contempla que esas personas deberán permanecer en campamentos construidos por las autoridades ruandesas mientras se tramitan sus solicitudes de asilo.
Diversas organizaciones benéficas, humanitarias y religiosas británicas, además de diputados opositores y del propio Partido Conservador se oponen a las deportaciones, por considerarlas ilegales y violatorias de los derechos humanos de los solicitantes de asilo.
En junio pasado, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos impidió el despegue del primer vuelo con destino a Ruanda, pero tanto Rishi Sunak como Liz Truss, los dos candidatos conservadores que pugnan por reemplazar al dimitente primer ministro Boris Johnson, se comprometieron a seguir adelante con el programa de deportaciones.
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